El lavado de manos con agua y jabón es una práctica sencilla, efectiva y económica que ayuda a prevenir múltiples enfermedades. La Organización Mundial de la Salud, en su informe "Estado Mundial de la Higiene de Manos" (2021) recuerda que "un gesto tan sencillo como lavarse las manos permite salvar vidas y reducir las enfermedades, ya que ayuda a evitar la propagación de enfermedades infecciosas" (ocasionadas por bacterias, virus o gérmenes), que se transmiten por el aire o a través de superficies, alimentos o heces humanas.
"Debido a que las personas se tocan la cara con frecuencia, así como también manipulan alimentos y toman contacto con diferentes superficies, las manos contribuyen a la propagación de enfermedades de forma sustancial", explica el documento. En esta línea, es importante saber que se calcula que cada año mueren medio millón de personas a causa de diarreas o de infecciones respiratorias agudas que podrían haberse evitado mediante una adecuada higiene de manos.
¿Cómo es la técnica correcta de lavado de manos?
En primer lugar, debemos mojar las manos con agua de red o potabilizada; seguidamente debemos enjabonarlas (cualquier jabón sirve para eliminar los gérmenes).
Luego debemos frotar muy bien las manos (incluidas las muñecas) durante al menos 20 segundos.
Finalmente, solo falta enjuagarlas con abundante agua y secarlas (se puede usar una toalla limpia, papel descartable o agitarlas).
¿Cuándo debemos lavarnos las manos?
· Después de ir al baño o de cambiarle los pañales al bebé.
· Antes de comer, y después de manipular basura o desperdicios.
· Antes y después de manipular alimentos y/o amamantar.
· Luego de haber tocado dinero, llaves, pasamanos, animales, etc.
· Al regresar de la calle, el trabajo o la escuela.