El gerente de EGGER Concordia destacó que “el 95% de empleados de EGGER son de Concordia”, subrayando que “el trabajo que nosotros ofrecemos a la comunidad”, es para aportar “un valor agregado” al producto manufacturado, por lo que, “para eso, necesitamos que nuestra comunidad esté muy bien desarrollada”.

A modo de ejemplo, mencionó que “tenemos un plan de aprendices que hemos lanzado hace ya 5 años”, que consiste en “un plan universitario-empresa privada, por el que hicimos un acuerdo con la UTN y con la Universidad de Mar del Plata”. En el marco de esta iniciativa se invitó “a los chicos y chicas egresados de las escuelas técnicas, a que pasen 4 años dentro de EGGER aprendiendo nuestras máquinas, tomando clases con los profesores de la facultad y, tras haber pasado un cierto periodo en la compañía, las mismas universidades les dan una diplomatura”.

Fitte valoró que, “a través de nuestro programa de aprendices, nos dimos cuenta de que -en Concordia- tenemos las personas, tenemos el esfuerzo, tenemos las ganas y el compromiso, pero faltan las habilidades, que es lo más fácil de desarrollar”, por lo que desde la empresa se aporta “el recurso económico y el recurso del tiempo”.

Actualmente, la firma cuenta con “más de 30 aprendices, que son hombres y mujeres que, desde nuestra planta, generan un movimiento en la ciudad”, pero admitió que “lo que termina faltando a veces, es poder explicar la habilidad”, por lo que “uno de los temas que estamos discutiendo es abrir un programa de pasantías interno, para que esto no esté enfocado únicamente en lo productivo, sino también en el resto de las áreas”. Es por eso que, en carpeta, está el proyecto de que la alianza con la educación técnica pueda ampliarse a escuelas e instituciones educativas con otras especializaciones, remarcó Fitte.

Consultado sobre la situación actual de la empresa, Fitte comentó que, “como es de público conocimiento, la industria de construcción se ha retraído durante todo este año y, al igual que todas las empresas después del primer trimestre de este año y ante la baja en la demande del mercado local, todos tuvimos que readecuarnos a la demanda local y salir a buscar mercado de exportación”.

En el caso específico de EGGER, Fitte destacó que “tenemos una gran ventaja competitiva, que nació en el 2001, ya que desarrollamos nuestros mercados de exportación”.

De esta manera, apuntó que “hasta el año pasado, nosotros le vendíamos a los mismos 7 países donde vendemos hoy: Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile, Estados Unidos y Canadá”, pero “al ver que éste presente era uno de los escenarios posibles, lo que empezamos a hacer fue desarrollar nuevos clientes y nuevos mercados”, con el objeto de “balancear esa reducción en la demanda del mercado local y poder ir hacia los canales de exportación”, concluyó.