Los aumentos se producen luego del fin de una disputa judicial que limitaba las subas a los índices de precios. Desde julio, tras la liberación del sector por parte del Gobierno, las prepagas pueden ajustar sus aranceles sin restricciones. Hasta el momento, cinco empresas han comunicado a sus afiliados que los aumentos en las cuotas oscilarán entre el 3,5% y el 4,9%, dependiendo del plan. En los comunicados enviados, las compañías justifican estos incrementos como "necesarios para garantizar la calidad del servicio".
"Cartelización"
Hace algunos meses, el Gobierno había denunciado ante la Justicia una posible "cartelización" en el sector, debido al aumento mensual de las cuotas tras la liberación de precios. Además, los incrementos también aplican a los copagos en algunos planes de salud, dependiendo de la empresa.
Por otro lado, a principios de noviembre, el Gobierno estableció que solo los médicos incluidos en las cartillas de las empresas de medicina prepaga podrán emitir recetas y órdenes médicas para los afiliados a planes cerrados. Si un afiliado requiere atención de un profesional fuera de la red, deberá cambiarse a un plan abierto, que generalmente implica un costo más alto.
Los planes abiertos permiten a los pacientes acceder a médicos ajenos a la cartilla del prestador, con la posibilidad de obtener reintegros, y están orientados principalmente a la cobertura de medicamentos de alto costo, prescriptos frecuentemente por profesionales fuera de la red de prestadores.