Las condiciones extremas desafían gravemente la agricultura, afectando cultivos clave como maíz y soja, y ponen en riesgo a más de 18 millones de personas. Las altas temperaturas también incrementan los riesgos de golpes de calor y deshidratación, por lo que se recomienda mantenerse hidratado y evitar el sol en horas críticas.
Aunque las condiciones son difíciles, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé lluvias que aliviarían el calor en algunas regiones. Aun así, las autoridades insisten en la necesidad de estar preparados para un verano con extremos climáticos y déficit hídrico.
Qué es La Niña
«La Niña» se caracteriza por el enfriamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico en la región ecuatorial, lo que resulta en un descenso de las precipitaciones. Este fenómeno no ocurre de manera anual, pero su frecuencia oscila entre dos y siete años.
La interacción de «La Niña» con el cambio climático actual puede exacerbar las condiciones meteorológicas extremas, como los incendios forestales que tuvieron lugar en América del Sur, las inundaciones atípicas en África y Asia y la actual DANA en España.
Cuál será el impacto de «La Niña» en Argentina
Las consecuencias de “La Niña” incluyen sequías en algunas regiones y, en contraste, inundaciones en otras, dependiendo de la fase del fenómeno.
En particular, en nuestro país, se espera que el verano sea más seco y caluroso de lo habitual, con un aumento en la frecuencia de sequías. Podría afectar a la cosecha gruesa en áreas clave como el oeste de Córdoba, La Pampa, y partes del noroeste y sudoeste de Buenos Aires.