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El mito está instalado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Una flota de submarinos nazis partieron desde algún lugar de la península escandinava, en Europa, con rumbo a América del Sur. Muchos de estos U-Boots habrían llegado hasta la costa argentina. La leyenda, dice también, que en alguna de estas naves viajaba Adolf Hitler, .Lo que es seguro es que hay dos alemanas confirmadas cuya tripulación se rindió en el puerto de Mar del Plata luego de finalizado el conflicto. Los relatos hablan de otros más que fueron vistos en Villa Gesell o en alguna playa desierta de la Patagonia. Hace menos de dos años, Abel Basti, escritor que sostiene la hipótesis de que el führer vivió en el sur del continente, encontró un naufragio en las costas de Quequén muy similar a lo que sería un submarino nazi. Ahora, Basti también encontró una serie de botes en la localidad patagónica de Camarones, Chubut. “Son dos pares de embarcaciones que si se confirma están vinculadas con el desembarco desde dos U-Boots alemanes que lo hicieron en esta zona en forma clandestina”, explica en diálogo con Infobae.
Basti halló primero dos de los botes de metal y luego un poblador le avisó que había dos más a una corta distancia. “Entre los dos desembarcos hay una separación de unos seis kilómetros. Fue en dos bahías que en esa época, después de 1945, estaban deshabitadas”, sostiene Basti. Hoy esos campos le pertenecen al magnate Douglas Tompkins y son áreas protegidas por lo que las embarcaciones no pueden ser trasladadas”.
La hipótesis de Basti es que se trató de un plan de evacuación masiva del Tercer Reich que tuvo como destino la Argentina. “Pude ver documentos desclasificados soviéticos que hablaban de estos viajes de escape al finalizar la Segunda Guerra Mundial”, revela Basti.
En Camarones circulan algunas historias y rastros sobre la posible presencia nazi en la zona. “Hay relatos de un ciudadano danés que creo que en realidad escondió su origen alemán. Claro, acá pocos entendían el idioma - cuenta Basti-. Además, de noche se veían camiones que iban con unos tanques de nafta de la empresa Astra hasta la playa. Seguro el destino era llevar energía a los submarinos que se escondían bajo el mar a pocos kilómetros de las costa patagónica”.