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Martes, 18 Marzo 2025
   
Salud  Lunes 17 de Marzo del 2025 - 09:26 hs.                118
  Salud   17.03.2025 - 09:26   
Preocupa la reaparición del sarampión. Compran de urgencia más dosis.
Preparan una campaña nacional masiva de vacunación.

La reaparición del sarampión con una baja cobertura de la vacunación es la combinación menos deseada en salud pública para una enfermedad tan contagiosa y de alto riesgo si se combina con la malnutrición infantil y falta de atención adecuada. Solo en Estados Unidos, 15 estados ya confirmaron 301 casos de tres brotes con epicentro en Texas, donde murió un chico.

En la Argentina, son ocho los oficializados a partir de un brote en la ciudad de Buenos Aires, donde controlan los carnets de vacunación a través de las escuelas y fueron puestas en seguimiento 550 personas que tuvieron contacto con los enfermos; otras 16 viven en la provincia de Buenos Aires: ese distrito informó que uno de ellos enfermó, junto con su bebé de 9 meses.

Mañana, el Consejo Federal de Salud (Cofesa) decidirá si acepta la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) de reforzar la vacunación en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). “Estamos preocupados”, señalaron en el Ministerio de Salud de la Nación ante la consulta sobre la posibilidad de que haya más casos. Preparan una campaña nacional para vacunar a mayores de 18 y compraron de urgencia a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) una provisión adicional de la vacuna doble viral, que protege contra sarampión y rubeola.

Una vez que el virus del sarampión ingresa al organismo por vía respiratoria, al cabo de diez días desata una cadena de síntomas a los que hay que prestar atención para la consulta oportuna. “Empieza bruscamente con fiebre de entre 39°C y 41°C, con compromiso del estado general, enrojecimiento de los ojos (inyección conjuntival), goteo nasal como durante un resfrío, tos seca y dolor de garganta”, describe González Ayala, que pertenece a una generación de profesionales que trabajó en las epidemias de sarampión desde la década del 70.

Entre el segundo y el tercer día desde el comienzo de la fiebre, según contó, sigue la tos, con un resfrío “importante” con secreción blanquecina, disfonía (ronquera) y conjuntivitis mucopurulenta (se pegan las pestañas). Hay un nuevo pico de fiebre que la infectóloga definió como “más alto que el primero”. Recién entonces, empiezan a aparecer las manchas rojizas en la piel.

“Es la única enfermedad con estas características, por lo que es fácil de reconocer”, insiste la profesional. “Se empieza a brotar en la unión de la frente con el cuero cabelludo y detrás de oreja para extenderse a la cabeza y cuello (primer día del brote o erupción), el tronco, la unión con las extremidades en el día siguiente; y, por último, los brazos, piernas y hasta las plantas de los pies. Cuando se completó todo el cuerpo, baja la fiebre y la persona se empieza a sentir mejor –precisó-. Si, en cambio, la fiebre continúa, ese paciente está complicado”.


Fuente: La Nación - Fabiola Czubaj