Esta reválida, la tercera en una misma temporada, no tiene precedentes en el país y evidenció la desprolijidad e improvisación institucional. En pleno proceso del amparo, se derogaron dos ordenanzas vigentes, incluida una de 2004 que regulaba el funcionamiento del consejo municipal de guardavidas, lo que dejó sin control las decisiones del municipio.
A pesar de rendir y aprobar esta instancia de reválida, la municipalidad de concordia desconoció el resultado y no cumplió con lo legalmente establecido: contratarnos, como lo hizo durante años. El guardavidas Camino señalo, en mi caso, trabajo como guardavidas desde la temporada 1976/77, y al menos 30 compañeros están en la misma situación.
Ante este acto de rebeldía y desacato judicial por parte del municipio, presentamos una medida cautelar exigiendo la urgente reincorporación y el pago de los haberes correspondientes a la temporada en curso. Sin embargo, los meses han pasado entre notificaciones, vistas y contestaciones de la municipalidad al juzgado.
Hoy, 31 de marzo de 2025, seguimos esperando la respuesta de la fiscalía, como lo refleja la imagen de la mesa virtual del juzgado. Confiamos en que la jueza se expida pronto con una sentencia ajustada a derecho, considerando que de esta resolución dependen directamente unas 30 familias.