En este marco, desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos se promueve la detección temprana de esta patología, teniendo en cuenta que nueve de cada 10 mujeres se curan si el cáncer es detectado a tiempo. De allí que resulta fundamental efectuar controles periódicos.
El director del Instituto Provincial del Cáncer (IPC), Nicolás Fernández, sostuvo que lo más importante es iniciar con la primera mamografía a los 35 años y, de forma anual, realizarla a partir de los 40. Además, agregó que el autoexamen también contribuye en la detección precoz, ya que permite conocer el estado de las mamas, advertir eventuales cambios y consultar rápidamente ante un hallazgo sospechoso. En tanto, quienes tienen antecedentes familiares deben consultar a un médico para que les indique cuándo y cómo iniciar los controles.
Fernández también comentó que en Entre Ríos se detectan unos 500 casos anuales y que entre los 40 y 76 años se da el mayor crecimiento estadístico. Estos datos refuerzan la importancia de iniciar con los controles a los 40 años, ya que el aumento se produce a partir de esa edad.
El cáncer de mama es un tumor maligno producido por un crecimiento anormal de las células. El síntoma más frecuente suele ser un nódulo, que se detecta a través del diagnóstico por imágenes o al palpar una dureza o formación, aunque también pueden aparecer irritación o hundimientos en la piel de la mama, enrojecimiento, secreción del pezón y/o dolor en esa zona.
Ante cualquier señal se debe consultar rápidamente a un médico pero, sobre todo, perder el miedo porque cuanto antes se detecte un tumor, mayores son las posibilidades de curación.